Lumbago, Lumbalgia
El dolor de espalda, lumbago o lumbalgia, es tan antiguo como la moda de andar de pie, es el dolor que nos inventamos por decidirnos a tomar las frutas de los árboles al alcance de nuestras manos en posición erguida, o por lo menos, así lo ha entendido la ciencia médica. Es tan frecuente que en academia (universidades) se suele enseñar que todo ser humano sufrirá al menos una vez en su vida de dolor lumbar. Puede abarcar varias intensidades, desde leve hasta incapacitante. Puede durar poco, mientras me levanto y me estiro, en otros casos hasta varios días y en otros causar sufrimiento diario, permanente e incluso de por vida. Se puede describir como un dolor punzante o una presión, pero en ocasiones puede llegar a ser descrito como un calambre o algo similar a un corrientazo. Hay que decir que el dolor de espalda es una patología de alta frecuencia en todas las urgencias y consultorios incluso es un motivo frecuente de incapacidad para trabajar.
Desde el punto de vista del origen, o la causa, cabe señalar que habitualmente el paciente no refiere una fecha de inicio muy clara, ni una causa que sea considerable como suficiente para originar la intensidad del dolor manifestado y esto es porque en muchas ocasiones el dolor no se manifiesta de inmediato frente a la causa, sino que se puede presentar uno o dos días después y a veces muchos años después. Puede originarse en un trauma- golpe en la espalda, accidente automovilístico, e incluso por caer sentado. Algunas veces no hay ningún evento al cual atribuirlo. Entre la patología que puede verse hay desde contracturas musculares (sin lesión aparente) hasta tumores que destruyen vértebras. Sin embargo, hay que decir, que la causa mas frecuente no reviste lesiones de huesos, músculos, ligamentos u órganos. La principal causa suele ser el estrés y los hábitos poco saludables como pueden ser posiciones inadecuadas, sedentarismo, mal uso de la espalda y algunas otras.
Desafortunadamente con el paso del tiempo el dolor se vuelve crónico y los huesos, ligamentos y músculos comienzan a sufrir por contracturas permanentes. Si forzamos una máquina permanentemente, comienza a fallar. El exceso de presión en las estructuras debilita las bases de las estructuras, que en nuestro caso son los huesos, que comienzan a volverse osteoporóticos, o a debilitar los ligamentos que se alargan y dejan de cumplir su función, facilitando la presencia de hernias de discos intervertebrales.
La columna es un órgano que inicia en la base del cráneo y se extiende hasta la pelvis, presenta una secuencia de barriles uno tras otro, unidos por ligamentos y músculos, con puentes de hueso que le permiten algún nivel de movilidad y que protege en su centro a la medula espinal, una extensión del cerebro que baja por la columna desprendiendo en su camino filamentos que se reagrupan para formar nervios y que permiten la comunicación en ambos sentidos entre el cerebro y el resto del cuerpo humano, enviando señales que se convierten en movimientos del cuerpo y recibiendo señales que el cerebro interpreta como calor, frío, posición, dolor, etc. Entre un barrilito(vértebras) y el siguiente existe un amortiguador, llamado disco intervertebral, que impide el roce de hueso con hueso y contribuye a la movilidad de la columna. Cuando se habla de hernia de disco (o de columna) se refiere a que este disco se ha salido de su posición y suele comprimir estructuras, los ligamentos o los nervios que deben salir de la columna, produciendo dolor y en ocasiones neuralgias, que pueden afectar el nervio presionado como puede ser el dolor de la ciática, dolor que se siente como una quemadura o un corrientazo que arranca en la mitad del glúteo y desciendo por la cara posterior de la pierna involucrando todo el miembro inferior.
Cuando se sufre de ciática, esto puede ser temporal o permanente, pero casi siempre implica un problema en la columna vertebral y requiere manejo.
Como ya dije al principio, en muchas ocasiones el estrés y el sedentarismo contribuyen enormemente en la aparición y persistencia del dolor lumbar, de manera que además de buscar aliviar el dolor, fortalecer los músculos, relajar las tensiones, debemos cambiar conductas (que difícil verdad?) y adoptar hábitos saludables para disminuir la frecuencia y severidad de los episodios de dolor.
Con medicina alternativas tenemos varias estrategias para ayudar a que un paciente controle sus problemas de columna, como son la terapia neural, las esencias florales, la homeopatía. Pero es importante la búsqueda del motivo, la causa, ya que, si se controla la causa, se adelanta un paso gigante hacia el control del problema.
En mi práctica diaria veo muchos pacientes con dolor lumbar, recomiendo las imágenes diagnósticas cuando el cuadro es repetitivo (mas de dos veces), en muy raras ocasiones estoy de acuerdo con soluciones quirúrgicas. Cuando el paciente está de acuerdo, apoyo con terapia neural que le calma el dolor al paciente ya que rompe el círculo vicioso de dolor + contractura muscular + inflamación lo que genera mas dolor. Adicionalmente se puede usar antinflamatorios homeopáticos y relajantes de esencias florales, estos dos desprovistos de efectos secundarios. En mi experiencia una buena parte de los pacientes requieren entre 3 y 6 sesiones de terapia neural mientras aprenden a manejar su columna y se controla el dolor, aunque algunos pacientes se mejoran con una sola terapia y otros requieren terapia mensual, estos últimos debido a lesiones irreversibles de columna en pacientes que prefieren no operarse.